miércoles, 15 de mayo de 2013

El ejército romano



El ejército es el instrumento del que Roma se valió para conquistar primero y mantener después un imperio que abarcaba toda la cuenca del Mediterráneo. No siempre estuvo al mismo nivel ni dominó en todo momento la técnica guerrera, prueba de ello es las diferentes derrotas que sufrió a lo largo de su historia. Sin embargo, tuvo la gran virtud de no considerar nunca la derrota en una batalla como la derrota total de la guerra y, además, supo aprovechar la experiencia para mejorar las técnicas y conseguir ser el poderoso ejército que mantendría unido durante varios siglos el Imperio.



El ejército durante la monarquía:

-Primera época:

   El reclutamiento de los soldados se hacía teniendo en cuenta la división del pueblo romano en 30 curias y 3 tribus. Cada curia aportaba 100 soldados de infantería (centuria) y 10 soldados de caballería (decuria). El ejército estuvo compuesto, pues, de 3000 infantes (pedites) y 300 jinetes (equites). El armamento lo aportaba el soldado, no la ciudad, de ahí que los infantes se diferenciaran según su fortuna: los mejor equipados serían los ricos. Cada año se procedía al licenciamiento y a la movilización ya que el ejército no fue permanente, pues las guerras comenzaban en primavera y acababan normalmente en otoño; terminada la campaña volvían a sus actividades cotidianas.

- Reforma del Servio Tulino:

 Servio Tulio reorganizó el ejército tomando como base el patrimonio económico de cada ciudadano, según una división de los ciudadanos en 5 clases. Su reforma consistió en dar entrada en el ejército a todos los propietarios, ya fuesen patricios o plebeyos; solamente quedaban excluidos los que no podían costearse el equipo militar. Para facilitar el reclutamiento dividió la ciudad en cuatro tribus y los hombres en dos categorías: iuniores (de 15 a 45 años) empleados en el servicio  activo y seniores (de  45 a 60 años) quienes formaban el ejército de reserva.

El ejército durante la república:

- Introducción del manípulo:


La legión continuó estando formada por 4200 soldados de infantería, distribuidos en 60 centurias (de 60 o 30 hombres cada una, a los que se añadían los velites) que agrupadas de dos en dos formaban el manípulo, que pasó a ser la unidad táctica (hacia el siglo IV a.C.). Los manípulos se colocaban en tres líneas. En la primera estaban los más jóvenes, los hastati; la segunda estaba compuesta por principes, soldados de más experiencia; en la tercera estaban lostriarii, soldados de más edad.



1ª LÍNEA
HASTATI
10 manípulos x 120
    1200 soldados
2ª LÍNEA
PRINCIPES
10 manípulos x 120
    1200 soldados
3ª LÍNEA
TRIARII
10 manípulos x  60
     600 soldados

VELITES
20 soldados x centuria
    1200 soldados

- La reforma de Mario:

Mario, general romano (133 a.C.) , introdujo las siguientes reformas en el ejército: 

a)      Sustitución del manípulo, como unidad táctica fundamental, por la cohorte (cohors), formada por tres manípulos: uno de hastati, otro de principes y un tercero de triarii, dispuestos uno al lado del otro.
               La triple línea (triplex acies), compuesta antes por manípulos, desde Mario estuvo constituida por cohortes, formando un frente de 3 líneas: 4 cohortes en la primera, 3 en la segunda y 3 en la tercera. Para entrar en combate, las cohortes se colocaban separadas entre sí, de manera que, si las cohortes de la primera fila flaqueaban, podían retirarse a retaguardia por los huecos que dejaban los de la segunda y tercera línea.
 b)   Modificación del sistema de reclutamiento: sustituyó el antiguo alistamiento de ciudadanos por el reclutamiento voluntario. De esta manera pudo reclutar a toda clase de personas, incluidos losproletarios (los más pobres), y formó un ejército profesional y mercenario (cobraban un sueldo) frente a los soldados-ciudadanos de antes. 
c)  Desaparición de los socii como fuerzas distintas para  pasar a integrarse en las legiones. 
d)  Desaparición de los velites y de la caballería legionaria, que son sustituidos por auxilia. 
e) Adopción de enseñas y numeración para las legiones, que les dan una identidad y una continuidad. Instituyó la insignia legionaria: un águila de plata. 
f) Reforma en el armamento y equipo del soldado. Generalizó el pilumscutum y galea.

- Las guerras civiles:

  En este período aparte de las legiones propiamente dichas y de la caballería y los auxilia se conocen otras fuerzas especiales:

a)     Los antesignani: iban delante de las enseñas. Era un cuerpo especial de infantería ligera, aunque con un armamento más completo que el de los velites. 
b)    Las cohortes praetoriae: eran fuerzas especiales al mando directo de algunos jefes. 
c)     Los speculatores: eran exploradores encuadrados en cohortes, de forma parecida a los auxilia.



Arquitectura militar romana

Los campamentos o castra, generalmente bien organizados y protegidos, solían erigirse en las zonas fronterizas debido a la constante amenaza de ataques de diversas poblaciones. Los legionarios debían ser capaces de construirlo en pocas horas para asegurar la defensa durante el descanso. Entre sus emplazamientos principales se encuentran las proximidades de las fuentes de agua o caudales de ríos (tanto como recurso estratégico como para el consumo), en las cercanías de vías o pasos naturales, o en lugares elevados (sobre todo los campamentos de conquista, mientras que en las altiplanicies los de paz).



En cualquier caso, nunca se establecían en las grandes ciudades, aunque pudieran estar próximos a ellas. Seguían, durante el imperio, un esquema rectangular, rodeados por un foso, si bien los anteriores al siglo I a.C. eran de planta irregular, y los construidos desde el siglo I, de planta cuadrada. Eran de madera si el campamento era provisional, o de piedra y madera si era de larga duración. Su extensión abarcaba desde las catorce a las cincuenta hectáreas, en tanto que en época imperial se estandarizaron un tanto en torno a las veinte hectáreas. En los campamentos de tropas auxiliares, las dimensiones eran de cuatro hectáreas para las unidades de mil hombres y dos para las de quinientos soldados, al menos en Hispania.

 
 La obra defensiva de los campamentos consistía en un foso (fossa) y un muro. Tras el foso se encontraba un espacio plano, llamado Berma, y luego un terraplén (agger) realizado con la tierra sacada del foso, en donde se colocaba una empalizada (vallum). Algunos campamentos estaban totalmente rodeados de murallas con torres adosadas. Cada campamento se dividía mediante dos calles principales, la via principalis, de norte a sur (calle transversal) y la decumana, de oeste a este. Tenían cuatro puertas (aunque a veces seis), denominadas decumana, praetoria, principalis dextra y principalis sinistra, respectivamente. Estas puertas se defendían con torres o mediante estrechamientos, incluso a través del titulum u obstáculo delante de la puerta.