martes, 29 de enero de 2013

La educación Romana


En esta época antigua de la historia de Roma, la educación de los muchachos se limitaba a la preparación que podía darle su padre. Se trataba de una educación de campesinos, basada fundamentalmente en el respeto a las costumbres de los antepasados (mos maiorum). Desde la más tierna infancia se les enseñaba que la familia de la cual eran miembros constituía una auténtica unidad social y religiosa, cuyos poderes estaban todos concentrados en la cabeza, en el paterfamilias, que era el propietario de todo, con derecho de vida y muerte sobre todos los miembros de la familia.


             Hasta los siete años era la madre la encargada de la educación de los hijos. La madre es la maestra en casa. Ejerce, pues, un papel de suma importancia: no se limita sólo a dar a luz al hijo, sino que luego continúa su obra cuidándolo física y moralmente. Por eso su influencia en el hijo será importante durante toda la vida de éste.
            A partir de los siete años era el padre quien tomaba la responsabilidad de la educación de los hijos. Un padre enseñaba a su hijo -puer- a leer, escribir, usar las armas y cultivar la tierra, a la vez que le impartía los fundamentos de las buenas maneras, la religión, la moral y el conocimiento de la ley. El niño acompaña a su padre a todas partes: al campo, a los convites, al foro, etc.


             Por su parte, la niña -puella- sigue bajo la dirección y el cuidado de su madre, que la instruye en el telar y en las labores domésticas.
              El definitivo perfeccionamiento a su formación lo daba el ejército, en el que se ingresaba a la edad de 16 o 17 años. La fuerza del ejército romano residía en su disciplina: el cobarde era azotado hasta morir, el general podía decapitar a cualquiera por la menor desobediencia, a los desertores se les cortaba la mano derecha, y el rancho consistía en pan y legumbres.


La mujer en Roma


La familia en Roma era un grupo de personas bajo la tutela del pater familias que tenía derecho sobre la vida y muerte de todos los miembros, aunque la mujer puede llegar ser mater familias siempre y cuandosea de buenas costumbres.
Este poder podía se dividía en:

-manus: sobre
la esposa y las esposas de sus descendientes.

- p a t r i a
potestas: sobre los descendientes.

- d o m i n i c a
potestas: sobre esclavos y esclavas.

La mujer, sin embargo, no pertenecía a la familia sino estaba casada ad manus.
Las mujeres peor paradas en Roma eran las esclavas que eran consideradas objetos y no sujetos de derecho, puesto que, además de tener los peores trabajos, debían complacer a sus dueños en sus relaciones extra matrimoniales.



Las esclavas no podían casarse aunque sí podían unirse a otro esclavo, unión llamada contubernium.
Los hijos libres, al nacer, eran depositados a los pies del padre que podía levantarlos, señal de aceptación, o dejarlos donde habían sido puestos con lo cual quedaban abandonados a su propia suerte.
A las hijas, cuando nacían, si el padre no quería exponerlas, se debía dar orden explícita de alimentarlas. Según la ley, el primogénito se salvaba de la exposición.
Las expuestas, si no morían, eran recogidas por otras familias como inversión puesto que al llegar a su juventud eran vendidas como esclavas o como prostitutas.
Las niñas eran confiadas a esclavas, niñeras y amas de cría. Éstas se encargaban de su crianza. De la educación se encargaban profesores que iban a su casa. Así pasaban de la infancia a la juventud en la que pronto se casaban.

miércoles, 16 de enero de 2013

La Lírica Latina


Caracteriza a la poesía lírica la polimetría, la musicalidad y la expresión de sentimientos personales muy variados, desde el más dulce amor hasta el odio más enconado. Se diferencia de la moderna sobre todo en los contenidos, formas y modos de comunicación: era fundamentalmente pragmática y estaba íntimamente vinculada a la realidad social y política, a la acción concreta del individuo dentro de la sociedad. 
Por otra parte su contenido constante era el mito, que constituía el punto de referencia ejemplar, el alma y la vida de la poesía lírica, la cual no estaba destinada a ser leída, sino a ser recitada ante un público por un individuo aislado o un coro con el acompañamiento de algún instrumento musical. 




 Y de ahí, fundamentalmente, que en el ámbito cultural griego, el vocablo "lírica" designase a la
poesía cantada al son de la lira. Se caracterizaba asimismo no sólo por la variedad de contenidos, sino también por la variedad en estructuras y formas métricas, siempre en composiciones breves.


Se caracterizaba asimismo no sólo por la variedad de contenidos, sino también por la variedad en estructuras y formas métricas, siempre en composiciones breves. En cualquier caso la primera definición nos remonta a un concepto extralingüístico para pasar después a una fijación mayor en el contenido personal e intimista, dando lugar a la elegía, como luego comentaremos.